Siempre me pasa, soy del tipo de persona que trabaja bien bajo presión, pero ¿por qué al mismo tiempo lo sufro muchísimo?
Soy del tipo de persona que tiene como 8 proyectos a la vez, y todos trabajados simultáneamente, lo cual me deja con 8 proyectos sin terminar y como resultado final: siempre estoy yo estresada sin saber a cuál ponerle atención.
No sé si a todos nos pase que no sabes a qué darle prioridad, cuando todo parece muy importante… Y así en esta gran duda podemos pasar horas vagando en un mar de preguntas.
¿Qué se hace primero?
Lo primero que pienso es: relájate, o no vas a terminar nada.
De ahí viene la siguiente duda… ¿Cómo me debo relajar? Miles de respuestas cruzan por mi mente.
· Sal a caminar, da un paseo para que te ayude a enfocarte.
· Tómate 10 minutos en silencio y escucha tu respiración.
· Escucha música que te guste.
· Baila.
· Háblale a alguien que te ayude a relajarte.
Pero hoy, ninguna de esas respuestas me parece la adecuada. ¿Cómo se supone que debo de tomarme un tiempo para tranquilizarme, si exactamente tiempo es lo que me falta?
Y como resultado estoy aquí enfrente de la computadora sintiendo que tengo mucho que decir que no he dicho. Sintiendo que sé perfecto cuál es el problema sin encontrar la solución. Dicen que para mejorar todo, es importante saber el problema y así poderlo atacar.
A mí siempre me resulta empezar a escribir mis ideas, siento que algo mágico pasa cuando empiezan a traducirse mis pensamientos en palabras. Hay veces en las que me pongo a dibujar, sin rumbo fijo, al ritmo de mi respiración o de la música que esté escuchando en ese momento.
Creo que las personas artísticas siempre necesitamos expresarnos. Es parte de nuestro ser. Muchas veces me pasa que siento que tengo mucha información dentro de mi y me es imposible dejarla guardada. Empiezo a sentir una ansiedad terrible, como si no pudiera cargar más. Es muy chistoso porque lo siento físicamente, me siento pesada, cansada, hasta con dolor de espalda. Y cuando los momentos son realmente pesados ni dormir bien puedo.
Y justo así me siento hoy, pesada. Con millones de cosas que quiero decir, hacer, compartir. Por ello, comparto esta primer entrada de un blog. El cual llevo pensando mucho tiempo que lo quiero hacer, pero no me había decidido cómo empezar, ni sabía qué decir. Hoy sé que quiero compartir. Quiero compartir mis ideas, mis pensamientos, mi trabajo. Este será mi espacio, nuestro espacio. ¡Bienvenidos!